Los motores de Inyección Directa trabajan en unas condiciones extremadamente duras de presión y temperatura que exige el máximo del lubricante para garantizar su lubricación.
Utilizar un lubricante inadecuado nos provoca un mayor desgaste de los elementos, mayor suciedad del motor, y un aumento del consumo de lubricante.
De modo general, este tipo de motores requiere lubricantes sintéticos, que cumplan la exigentes especificaciones, y con viscosidades bajas para garantizar una lubricación uniforme desde el momento del arranque, como por ejemplo SAE 0/5W-30/40. |